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Lic. Rodolfo Cerminara

 

 

 

 

 

 

 
 

 

 

SOCIEDAD MEDIO AMBIENTE CONTAMINACION SALUD

 



 
El nacimiento de las “Zonas Azules

Hacia el final de la primera década de los 2000, el demógrafo belga Michel Poulain estaba estudiando los modelos de longevidad en algunas zonas de Cerdeña; una de ellas era la Barbagia, en la provincia de Nuoro: Poulain la marcó en el mapa con un círculo usando un bolígrafo azul, y de aquí proviene el término Azule Zones (Zonas Azules).

Poco tiempo después, Buettner se interesó en este tema y decidió visitar la Barbagia con el objetivo de entrevistar a algunos centenarios de la zona e intentar entender si existen modelos de longevidad a nivel cultural o de estilo de vida.

El territorio de Cerdeña es bastante especial: está aislado de la parte continental, y por ello sus habitantes siempre han mostrado recelo por los visitantes, llegando a desarrollar un estilo de vida propio e incluso características genéticas diferentes del resto de Europa. Por ejemplo, los sardos tienen más riesgo de contraer esclerosis múltiple, pero en cambio tienen en promedio una esperanza de vida más alta.

El estilo de vida de los sardos —sobre todo en la Barbagia— no ha cambiado mucho en los últimos siglos. Aquí, las personas han mantenido sus matices genéticos únicos, su aislamiento económico y su compromiso con los valores sociales tradicionales. Los ancianos se respetan y se consideran una fuente de experiencia de gran valor; el clan familiar es de vital importancia y la comunidad depende de leyes no escritas.

En el corazón de la Zona Azul sarda, en la Barbagia, existen pueblos como Fonni, Gavoi, Villagrande Strisaili, Talana o Arzana. Explorando estos pueblos, Buettner tuvo la posibilidad de hablar con varios centenarios, hombres y mujeres. Tendencialmente, la mayoría de ellos comen junto a sus familiares y pasan mucho tiempo con los amigos.

Parece que todos trabajaron duro durante su vida laboral, las mujeres cuidando de la casa y los hombres de los animales. Sus vidas se han desarrollado alrededor de rutinas diarias y estacionales sencillas pero consolidadas; se casaron y tuvieron hijos, la mayoría de los cuales ahora cuidan de ellos.

Pasando algunos días con los habitantes de la Barbagia, como por ejemplo Tonino Tola, Buettner descubrió que la alimentación típica sarda suele ser más baja en grasa respeto a los estándares europeos y se basa en ingredientes sencillos, como el queso pecorino que es rico en omega-3.

La leche de cabra es la que más se csume en esta zona y esto podría ser una de las causas de que la Barbagia sea una Zona Azul: parece que las cabras de esta zona se alimentan con una planta endémica que tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.

También el aceite de lentisco que se utiliza en esta zona tiene propiedades antibacterianas y anti mutagénicas.

El pastoreo no es una actividad cansadora ni estresante, y quienes se dedican a la misma recorren varios kilómetros diariamente en la naturaleza áspera de Cerdeña. De hecho, consiste en una actividad de bajo impacto que refuerza los huesos y los músculos sin dañar las articulaciones.

Es una vida tranquila y sin estrés, aunque este último lo sufren más las mujeres ya que están en casa encargándose de las finanzas y la familia; tal vez es por este motivo que aquí, a diferencia de lo que ocurre normalmente, el número de hombres centenarios es parecido al de las mujeres.

Existen otras dos características que hay que tener en cuenta en la Zona Azul de la Barbagia. La primera es el apego a la familia: casi siempre, los ancianos se quedan en casa de los hijos, y por lo tanto tienen la posibilidad de participar en la vida familiar, de involucrarse en el crecimiento de los nietos, de amar y sentirse amados y de tener un objetivo.

Por último, los sardos de Barbagia tienen un temperamento tenaz y testarudo que les ayuda a disminuir el estrés, además de que su ironía hace que haya pocas discusiones y aprecien mejor lo que tienen.
Estas áreas del mundo donde las personas tienen vidas más largas, que si lo comparamos con el promedio de esperanza de vida de 77 años en los EE.UU. llegando constantemente a los 100 años según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Buettner y su equipo identificaron cinco de esas Zonas Azules.

"No solo se trata de vidas más largas, sino también saludables ", dice Caitlin McAfee, dietista de bienestar del Hospital Houston Methodist. "Además, las personas que viven en estas zonas son mucho menos propensas a sufrir enfermedades crónicas".

Eso es envidiable dado que 6 de cada 10 adultos en los Estados Unidos tienen al menos una afección de salud crónica, que incluye diabetes, enfermedades cardíacas, cáncer, demencia, y 4 de cada 10 tienen dos o más afecciones.

Algunas ideas de vida saludable para comenzar:

• Camina, nada, cultiva el jardín o encuentra alguna otra forma de actividad física que disfrutes
• Encuentra un compañero de actividades
• Establece recordatorios cada hora para ponerte de pie y moverte
• Aumenta la cantidad de verduras en cada comida
• Trata de comer a base de plantas una vez a la semana
• Tómate el tiempo para aliviar el estrés
• Practica la atención plena (Mindfulness) y el diálogo interno positivo
• Trabaja en la mejora de tu sueño
• Juega un juego mental
• Desconéctate de la tecnología cuando estás con familiares y amigos
• Planifica el tiempo que dedicas a tus seres queridos
• Ofrécete como voluntario en tu comunidad
• Únete a un grupo local, como un club de caminatas, un grupo de jardinería o una organización religiosa
En el año 2023 La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerto que la contaminación del medioambiente y el cambio climático causan 1,4 millones de muertes prematuras en Europa y han planteado que la solución es avanzar hacia sociedades sanas, equitativas y sostenibles. Así fue su conclusión en la “Declaración de Budapest” publicada por la OMS al término de una reunión luego de la Séptima Conferencia Ministerial sobre Medio Ambiente y Salud.

Los ministros de Sanidad de 54 países europeos están “alarmados por la importante y persistente carga de mala salud debida a factores de riesgo ambiental en la región europea de la OMS”. Esta contaminación afecta negativamente a los europeos y estando la cuarta parte de todas las enfermedades no transmisibles a nivel mundial incluido el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y mentales, así como a las enfermedades infecciosas.

“Los ministros expresan su preocupación por la llamada “triple crisis” constituida por la contaminación medioambiental, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático.

Estos factores están causando impactos sin precedentes, amenazando el ecosistema, la salud humana y animal, así como el bienestar”.

La pandemia del Covid-19 agravó “las presiones sobre el medioambiente y la salud”, así como las desigualdades.

Así como también recalcaron que debe haber una transición equitativa y justa a fuentes de energía limpias y sostenibles.

Uno de los compromisos y más destacados están relacionados con la transición hacia sociedades sanas, equitativas y sostenibles con esfuerzos relacionados con la prevención, detección y respuestas a emergencias. Otro de los compromisos es el acceso universal a los servicios esenciales a las poblaciones.

Monitoreo y evaluación de la calidad del aire.

Hasta fines los años 80, la mayoría de expertos pensaban que, con los niveles que se registraban en la mayoría de las ciudades de los países más desarrollados, la contaminación atmosférica no era un peligro importante para la salud, y alentaban a que se profundizaran las investigaciones mediante la implementación de planes y programas de monitoreo y evaluación de la calidad del aire.

La situación ha cambiado: desde los 90 el consenso internacional reconoce que la inhalación de contaminantes, especialmente de partículas finas, representa un aumento de riesgo de defunción prematura.

El análisis que en principio se centró en los efectos agudos o a corto plazo, fue variando a la luz de los nuevos estudios, hacia la consideración de los efectos debidos a la exposición crónica, siendo éstos reflejados por la reducción de la esperanza de vida y el aumento de la morbilidad, enfatizando la obligación de liderazgo del Sector Salud en la promoción de las condiciones para que la población tenga garantizado su derecho al aire puro.

El Ministerio Salud de la Nación ha liderado la preocupación nacional por la calidad del aire desde la década del 70 (algunos hitos son el inicio del Programa de Evaluación y Control de la Calidad del Aire, integrante de la red PANAIRE de la OPS -1972-; la integración del Programa al proyecto GEMS-Aire de la OMS -1987; la incorporación de estrategias de evaluación y manejo de riesgos -1993-, la incorporación al proyecto AMIS/GEMS- Aire de la OMS -1998; la constitución la Red Nacional de Calidad del Aire y Salud, incluyendo una Red de Laboratorios de Calidad de Aire y una Red de Profesionales de la Salud Ambiental en los 90, y la creación del Programa de Calidad de Aire y Salud - Prevención de riesgos para la salud por exposición a contaminación atmosférica mediante Resolución Ministerial N° 638/2001).

La Argentina es un país federal en el que las autoridades locales son responsables de la preservación de los recursos naturales, reservando al gobierno federal el establecimiento de condiciones rectoras de cumplimiento obligatorio. Ello ha determinado el rol referencial del Programa Nacional que se manifestado de diversas maneras, tales como:

• prestar asesoramiento a municipios y provincias para la elaboración de Programas de Calidad de Aire y Salud en el nivel local,

• recopilar, consolidar y remitir al Banco Mundial de Datos GEMS/Aire los datos de monitoreo de la calidad del aire obtenidos por la Red de Laboratorios de Calidad del Aire,

• proveer insumos a los laboratorios de la Red a fin de apoyar su funcionamiento y asegurar la continuidad en la recolección de información y,

• realizar talleres nacionales y regionales sobre diversos aspectos de la evaluación y manejo de riesgos por exposición a contaminantes atmosféricos con la participación de profesionales y técnicos de provincias y municipios, tareas estas que se han desarrollado fundamentalmente hasta comienzos de siglo sentando las bases para los desarrollos locales.

En paralelo el Programa tomó, en línea con las recomendaciones de OPS y OMS, la iniciativa de promover la preocupación por la calidad del aire intradomiciliario que, como sabemos, depende de los materiales de construcción de la vivienda, la correcta planificación de su ventilación, el grado de hacinamiento, el tabaquismo pasivo y activo de sus habitantes, la calidad del aire exterior infiltrado, el uso adecuado de combustibles para calefacción y cocción de alimentos, el uso de diversos aerosoles, limpiadores y plaguicidas domésticos, entre otros productos y la presencia de plantas de interior, mascotas, alfombras y toda superficie húmeda, que puede contribuir a la aparición de múltiples alérgenos, a través de hongos, plumas, pelos de animales, ácaros, etc. Esta temática fue también eje de múltiples actividades en diversas localidades del país.
AIRE

El aire considerado puro, es una mezcla gaseosa compuesta por un 78% de nitrógeno, un 21 % de oxígeno y un 1% de diferentes compuestos totales como el argón, el dióxido de carbono y el ozono. El desequilibrio de cualquiera de estos componentes ORIGINA CONTAMINACION.

Los contaminantes del aire pueden ser primarios o secundarios. Los primarios permanecen en la atmósfera (óxido de azufre, monóxido de carbono, óxido de nitrógeno, hidrocarburos y partículas). Los secundarios son los contaminantes que han estado sujetos a cambios químicos o son la consecuencia de la reacción entre dos o más contaminantes primarios (oxidantes fotoquímicas y ozono).

En el aire flotan pequeñas partículas, de tamaño muy pequeño (se miden en micrones milésimas de milímetro), que se encuentran contenidas en el polvo ambiental. Estas partículas, sólidas o líquidas tienen un diámetro ubicado en rangos de 0.3 a 10 um. Las partículas, al ser respiradas, penetran en el aparato respiratorio y llegan hasta los alvéolos pulmonares, La mayor concentración de microorganismos se encuentra en partículas que fluctúan entre los 2 y 5 micrones de diámetro. El tamaño de los virus se ubica entre 0,005 y 1 micrón. La medida de la mayoría de las bacterias oscila entre 0,2 y 0,7 micrones, aunque normalmente están agrupadas en colonias o alojadas en partículas de mayor tamaño. Las partículas de 1 a 10 micrones, pueden caer rápidamente sobre diferentes superficies o bien mantenerse en el aire, bajo ciertas condiciones, cerca de donde se generan.

La necesidad de controlar la presencia de esporas fúngicas o conidios (Espora formada en el extremo de un filamento o hifa por algunas bacterias del grupo de los actinomicetos, o por muchos hongos), en el medio ambiente de las habitaciones donde se alojan huéspedes inmunocomprometidos (HIC), obliga al uso de sistemas de ventilación con características especiales de seguridad. En el aire ambiental común, la concentración de conidios de Aspergillus spp oscila entre 67 y 185 unidades formadoras de colonias (ufc) /m3. Se ha podido comprobar que cuando se realizan tareas de refacción, construcción o demolición de diferentes sectores del hospital o en sus inmediaciones, la concentración puede alcanzar 106 ufc/m3.

Las vibraciones producto de las excavaciones o tareas de demolición pueden movilizar las partículas de polvo de las superficies altas (techos, artefactos de iluminación, etc.) y aumentar a expensas de ello la cantidad de conidios presentes en el medio ambiente.

Por todas estas razones, se recomienda que los HIC se alojen en áreas lo más alejadas posibles respecto de las áreas en refacción o construcción y bajo un ambiente de aire estrictamente controlado.

La infección se adquiere por vía inhalatoria. Los conidios de las variedades de Aspergillus más frecuentes (níger, flavus, fumigatus y terreus) presentan un tamaño que oscila entre 2 a 5 micrones de diámetro de diámetro. Algunos investigadores han publicado estudios que señalan que, en muchos HIC, la fuente de contaminación ha sido el flujo y los aerosoles generados a través de ella.

Rhame y colaboradores reportaron 5,4% de infecciones luego de realizar estudios del aire ambiental donde el conteo de Aspergillus fumigates fue de 0,9 ufc/m3. Arnow y colaboradores denunciaron tasas de infecciones de 1,2% para A. flavus y de 2,2% para A. fumigatus. Un 15 al 20% de las infecciones fúngicas están relacionadas con Aspergillus y están asociadas a un coeficiente de mortalidad virtual de un 100% en pacientes sometidos a trasplante de médula ósea.

La infección ocurre entre las 2 a 6 semanas después del mismo. Aspergillus sp. también puede producir neumonía, infecciones M sistema nervioso central, corazón, tiroides, riñones, huesos y tracto gastrointestinal.

Las esporas inhaladas se localizan inicialmente en los pulmones y luego se diseminan por vía hematógena. Antes de que se desarrolle la enfermedad invasiva pulmonar, se produce una colonización de la mucosa nasofaríngea. Para asegurar la limpieza del aire que va a ser inyectado en sistemas de ventilación o, por el contrario, del aire contaminado que sale a un ambiente exterior, proveniente por ejemplo de laboratorios de investigación bacteriológica y virológica o habitaciones que albergan pacientes con tuberculosis bacilífera, es necesario utilizar sistemas especiales de filtrado. Los filtros comunes usados en los equipos de aire acondicionado individuales, no eliminan en forma eficiente las bacterias del sistema. Pueden constituirse en focos o caldos de cultivo de contaminantes producidos en las bombas de calor, serpentinas y torres de enfriamiento, humidificadores que usan agua de recirculación y equipamiento de evaporación y condensación. Debido a ello, los sistemas de aire acondicionado y los sistemas de ventilación que no cuentan con los filtros adecuados, son vehículos veloces de contaminación cruzada.

El aire de los hospitales debe tener una calidad tal, que se encuentre libre de contaminación microbiana, independientemente de sí es aire de renovación proveniente del exterior o si es aire recirculado. La cantidad de renovaciones de aire por hora para cada ambiente del hospital dependerá de la función de ese ambiente y/o de la patología infecciosa que presenten los pacientes internados.

El aire acondicionado de los hospitales requiere de filtros de alta eficiencia (90-95%) y en algunas circunstancias como quirófanos donde se realizan trasplantes de órganos, unidad de internación de trasplante de médula ósea, unidades para la preparación de productos medicinales y alimentación parenteral, se requerirá de filtros HEPA (99.97% - 99.99%).

El uso de filtros de alta eficiencia implica la necesidad de prefiltros de menores costos para evitar su saturación prematura. Los prefíltroses son colocados antes de los equipos centrales de aire, evitando de este modo la sobrecarga de polvo de las serpentinas y el ventilador de inyección.

Hay casos que obligan a contar con sistemas especiales de control de aire ambiental: habitaciones de pacientes con aislamiento respiratorio aéreo (tuberculosis, varicela, sarampión) o de aislamiento de pacientes neutropénicos o sometidos a trasplante de médula ósea. También debe brindarse un ambiente de aire protegido a las áreas quirúrgicas y a las zonas del hospital donde se estén realizando tareas de albañilería, construcción, refacción o renovación.

LA MOVILIZACIÓN DE PARTÍCULAS AMBIENTALES POR CONSTRUCCIONES O RENOVACIONES DENTRO Y EN LOS ALREDEDORES DEL HOSPITAL, INCREMENTAN LOS CONTEOS DE ASPERGILLUS SP. EN EL MEDIO AMBIENTE HOSPITALARIO

























SUPERFICIES

Se debe evitar el uso de métodos secos que produzcan dispersión de las partículas de polvo en el aire ambiental. Los métodos de limpieza en un hospital deben ser húmedos.

Los métodos de limpieza hospitalaria, han sido modificados en los últimos años. Actualmente, los esfuerzos de limpieza y desinfección diaria se han centrado en las superficies cercanas al paciente.

Ha dejado de tener vigencia el uso de hipoclorito de sodio sobre pisos o paredes como parte de la rutina diaria. Es importante que el personal de limpieza pueda reconocer que la limpieza y desinfección diaria de los elementos presentes en la unidad del paciente es su prioritaria y más importante tarea, especialmente la cama.

El uso de fenólicos en la limpieza y desinfección de incubadoras, servocunas y superficies de nursery y unidades de cuidados intensivos neonatales y pediátricas debe evitarse ya que se han descrito casos de neurotoxicidad e hiperbilirrubinemia asociados con este tipo de productos.

No se recomienda el uso de alcohol 70% para la limpieza y desinfección de superficies extensas. Esta recomendación se basa en el carácter inflamable del alcohol y su riesgo para la bioseguridad hospitalaria.

Las manchas de sangre y/o fluidos corporales de superficies en general deben absorberse con toallas de papel, previo al lavado y desinfección posteriores de rutina.

PATOGENOS ESPECIALES

Varios investigadores han podido demostrar la permanencia de ERV en las superficies de las habitaciones de pacientes colonizados e infectados con este microorganismo.

Boyce et al reportaron también la presencia de ERV en los camisolines usados por las enfermeras que atendían pacientes que presentaban diarrea. Boyce señaló también que la contaminación medioambiental con ERV era cinco veces superior en las habitaciones de pacientes con diarrea. Montecarlo et al. Informaron de la presencia de ERV luego de realizada la limpieza terminal en el 8% de los cultivos tomados en el medio ambiente. Esto hace dificultoso determinar si la transmisión intranosocomial se debe a las manos del personal en forma directa, a la contaminación de las manos del personal con las superficies del medio ambiente o al uso de objetos contaminados (Ej. estetoscopio). Noskin et al. inocularon experimentalmente ERV en superficies medioambientales y hallaron una sobrevida de 5 días para el E. Faecalis y de 7 días para E. Faecium. Permaneció 60 minutos en los teléfonos y en los guantes del personal que atendía pacientes con ERV y 30 minutos en el diafragma de los estetoscopios.

Otros estudios experimentales han mostrado que los enterococos pueden sobrevivir durante 45 días o más en superficies secas (pisos, paredes, puertas) cuando se encuentran suspendidos en material orgánico. Livornese et al. documentaron en 1992 (Am. Int. Med.), un brote de bacteriemias por ERV (E. Faecium) de 2 meses de duración, transmitido a través de termómetros electrónicos. Estudios realizados demostraron que las cepas de ERV sobrevivieron en presencia de materia orgánica 10 minutos de exposición a 500 pp. de cloro libre, alcohol isopropílico al 70%, amonios cuaternarios, agua oxigenada y agua caliente a 75 - 80°C. durante 3 minutos.

Estos hallazgos no hacen más que enfatizar la creciente necesidad de extremar los cuidados dirigidos al medio ambiente del hospital, enfatizando el control del aire ambiental y de las superficies que tienen contacto directo con los pacientes internados.







Guías del CDC

Establezca un equipo multidisciplinario.

Incluir:
• Personal de control de infecciones
• Medidas proactivas desde el inicio
• Documentación de las actividades

Eduque al personal de construcción y al personal de salud en:

• Áreas de cuidados
• Riesgos asociados a la construcción
• Métodos para el control de los riesgos identificados
• Construya barreras para prevenir la propagación del polvo hacia las áreas hospitalarias
• Asegúrese que las barreras son impermeables a las esporas fúngicas
• Use equipos para monitorear la integridad de las barreras
• Limpie las zonas de trabajo diariamente

El uso de las mascarilla es la mejor protección ante el COVID-19 en ambientes interiores incluso cuando la distancia personal es muy superior a los dos metros recomendados, según las evidencias científicas recogidas por un documento de la Asociación Española de Aerobiología y la Sociedad Española de Sanidad que pide no minimizar los riesgos de transmisión aérea del virus y recomienda encarecidamente una buena ventilación de los espacios cerrados “incluso cuando cause cierta incomodidad térmica”.

El documento está firmado por Francisco Vargas Marcos, epidemiólogo del Ministerio de Sanidad, Manuel Ruiz de Adana, profesor de la Universidad de Córdoba, Isabel Marín Rodríguez, presidenta de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental, y por la catedrática de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y presidenta de la Asociación Española de Aerobiología, Stella Moreno Grau, para quien “es un error creerse seguro y quitarse la mascarilla por estar a más de dos metros de otra persona. El contagio por vía aérea no debe ser minimizado”.

La revisión de investigaciones científicas que recoge el documento incluye recomendaciones a los ciudadanos como “mantenerse alejado de espacios abarrotados y mal ventilados” y el “uso activo de las ventanas en edificios sin sistemas de ventilación mecánica” para evitar la inhalación de partículas contaminadas por COVID-19. “Es muy importante aumentar el suministro de aire fresco y evitar la recirculación de aire en los sistemas de ventilación”, según se puede leer en el estudio, que aconseja “suministrar tanto aire exterior como sea razonablemente posible”.

“Hay que sacrificar algo de bienestar climático en pos de la dilución de las partículas contaminadas”, aconseja la docente de la UPCT, así como utilizar mascarillas de mayor protección que las quirúrgicas en lugares concurridos.

Minimizar el tiempo que se pasa en espacios interiores mal ventilados y con alta ocupación, reducir las tasas de ocupación de los locales y evitar las aglomeraciones en el transporte y en edificios públicos son otras de las recomendaciones apuntadas por los investigadores.

Los riesgos son mucho menores en espacios abiertos “dado que la dilución de los aerosoles exhalados por una persona infectada se produce muy rápidamente en el aire ambiente exterior”, explica el documento. De hecho, la transmisión de enfermedades dentro de los espacios cerrados mal ventilados puede llegar a ser 20 veces superior a la transmisión en el exterior, según una de las publicaciones revisadas.

El documento se centra en la posibilidad de transmisión por vía aérea ya que los virus mediante aerosoles de pequeño tamaño que permanecen suspendidos en el aire a una distancia mayor de dos metros, especialmente en lugares cerrados y con escasa ventilación. Las personas generan aerosoles de forma continua cuando exhalan aire mientras respiran, hablan, tosen o estornudan. La cantidad de aerosoles emitidos aumenta cuando la persona padece enfermedades respiratorias.























































La contaminación del aire aumenta el riesgo de párkinson

En publicaciones anteriores la referencia de la contaminación del medio ambiente está relacionada directamente con el cuerpo humano en la mayoría de las veces y en el resto de todos los seres vivos.

En forma mayoritaria en el mundo, los investigadores se abocan más al estudio y control del medio ambiente y además los gobiernos se involucran más.

Por lo ya entendido como contaminación del aire, existen los mapas que se basan en datos del sensor MODIS en el satélite Terra de la NASA.

Las áreas verdes muestran penachos de aerosol dominados por partículas más grandes. Las áreas rojas muestran plumas de aerosoles dominadas por partículas pequeñas. Las áreas amarillas muestran penachos en los que se mezclan partículas de aerosol grandes y pequeñas. En gris se muestra dónde el sensor no recopiló datos.

Entre los patrones más obvios que ilustran las series de tiempo se encuentra que en las latitudes más meridionales del planeta, casi todos los aerosoles son grandes, mientras que, en las latitudes altas del norte, los aerosoles más pequeños son muy abundantes.

La mayor parte del hemisferio sur está cubierta por el océano, lo que significa que la mayor fuente de aerosoles son las sales marinas naturales.

En el 2020 el LABORATORIO DE CONTROL DE AIRE para LATINOAMERICA, definió como “Contaminación del aire es el término usado para describir la presencia de uno o más contaminantes en la atmósfera, cuyas cantidades y características pueden resultar perjudiciales o interferir con la salud, el bienestar u otros procesos ambientales naturales. Cuando el aire tiene contaminantes en forma de partículas, gases o agentes biológicos, existe un potencial de efectos nocivos a la salud".

De aquí que se publicó una nueva investigación que asegura, la contaminación del aire aumenta el riesgo de párkinson.

La densidad de carreteras en el valle del río Mississippi-Ohio y la presencia de la industria manufacturera podrían contribuir a la mayor exposición a partículas de combustión del tráfico y metales pesados, que se han relacionado con daño cerebral en la región afectada por el.

La relación entre la contaminación del aire y la enfermedad de Parkinson no es uniforme en todo el territorio de Estados Unidos.

Un nuevo estudio realizado en Estados Unidos ha arrojado luz sobre la conexión entre la contaminación del aire y la enfermedad de Parkinson, revelando que la exposición a niveles moderados de partículas finas (PM2.5) está asociada con un aumento significativo en el riesgo de desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa.

La investigación, liderada por Brittany Krzyzanowski del Instituto Neurológico Barrow en Arizona, ha identificado un incremento del 56% en el riesgo de Parkinson en individuos expuestos a niveles moderados de PM 2.5.

La relación entre la contaminación del aire y la enfermedad de Parkinson no es uniforme en todo el país, sino que varía en intensidad según la región. Estos hallazgos han sido publicados en la revista Neurology y tienen importantes implicaciones para la salud pública y las políticas de control de la contaminación del aire.

La enfermedad de Parkinson es un trastorno del sistema nervioso central que se caracteriza por síntomas como temblores y problemas en la coordinación muscular. Se desconoce la causa exacta de la enfermedad, pero la inflamación cerebral se ha identificado como un posible mecanismo por el cual podría desarrollarse. El estudio se centró en investigar si la exposición a PM 2.5, que se ha relacionado previamente con la inflamación cerebral, podría estar vinculada al riesgo de Parkinson.
Según los datos de Medicare, la investigación utilizo datos del conjunto de Medicare de EE.UU., que incluía información sobre casi 90,000 personas con la enfermedad de Parkinson entre una población de aproximadamente 22 millones de individuos.

Estos pacientes fueron geo codificados en función de su lugar de residencia, lo que permitió a los investigadores calcular las tasas de la enfermedad en diferentes regiones del país.

Además, se calcularon las concentraciones anuales promedio de PM 2.5 en estas áreas geográficas específicas. El análisis reveló una asociación entre la exposición previa a PM 2.5 y el riesgo posterior de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, lo más sorprendente fue la variación regional en este riesgo.

Se descubrió que el valle del río Mississippi-Ohio era un punto crítico para la enfermedad de Parkinson, al igual que otros estados, como Dakota del Norte, Texas, Kansas, Michigan oriental y partes de Florida. Por otro lado, las personas que vivían en la mitad occidental de los Estados Unidos tenían un riesgo reducido en comparación con el resto del país.

La líder del estudio, Brittany Krzyzanowski, destacó que estas diferencias regionales podrían deberse a las variaciones en la composición de las partículas en el aire. Algunas áreas podrían estar expuestas a partículas con componentes más tóxicos que otras, lo que aumentaría el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson.

Además, señaló que la densidad de carreteras en el valle del río Mississippi-Ohio y la presencia de la industria manufacturera podría contribuir a la mayor exposición a partículas de combustión del tráfico y metales pesados, que se han relacionado con daño cerebral en la región afectada por el Parkinson.

Si bien este estudio no exploró las fuentes exactas de contaminación del aire en cada región, Krzyzanowski resaltó la importancia de tener en cuenta estos factores en futuras investigaciones. Los resultados de este análisis geográfico basado en la población podrían proporcionar información valiosa sobre el papel de las toxinas ambientales en el desarrollo y la progresión de la enfermedad de Parkinson, así como en otras afecciones neurológicas.

Los investigadores tienen la esperanza de que estos hallazgos contribuyan a la formulación de políticas más estrictas destinadas a reducir los niveles de contaminación del aire en áreas de riesgo y, por lo tanto, disminuir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson.

La concientización sobre los peligros de la contaminación del aire y la implementación de medidas de control adecuadas pueden desempeñar un papel crucial en la protección de la salud pública y la prevención de enfermedades relacionadas con la contaminación atmosférica.

El papel de las toxinas ambientales y calidad del aire en el desarrollo y la progresión del Parkinson ha sido poco estudiado hasta la fecha, ya que la mayoría de la literatura científica, al respecto, se ha centrado en la exposición a pesticidas.

Personas que viven en regiones con niveles de contaminación del aire alterados tienen un riesgo de 56% más de desarrollar la enfermedad de Parkinson en comparación con aquellos que viven en regiones con un nivel de contaminación más bajo, según se desprende de un reciente estudio realizado en el Instituto Neurológico Barrow, en Phoenix (EEUU).

"A pesar de años de investigación tratando de identificar los factores de riesgo ambientales de la enfermedad de Parkinson, la mayoría de los esfuerzos se han centrado en la exposición a pesticidas", según indicó la Prof. Brittany Krzyzanowski, investigadora del Instituto Neurológico Barrow, quien dirigió el estudio.


El estudio geográfico poblacional identificó a casi 90.000 personas con enfermedad de Parkinson de un conjunto de datos de casi 22 millones. Aquellos identificados con dicha patología fueron codificados geográficamente en el vecindario de residencia, lo que permitió a los investigadores calcular las tasas de enfermedad de Parkinson dentro de cada región. También se calcularon las concentraciones anuales promedio de partículas finas en estas regiones específicas.

Después de ajustar por otros factores de riesgo, incluida la edad, el sexo, la raza, el historial de tabaquismo y la utilización de atención médica, los investigadores de Barrow pudieron identificar una asociación entre la exposición previa de una persona a partículas finas y su riesgo posterior de desarrollar la enfermedad de Parkinson.

"Los estudios geográficos poblacionales como este tienen el potencial de revelar información importante sobre el papel de las toxinas ambientales en el desarrollo y la progresión del Parkinson, y estos mismos métodos pueden aplicarse también para explorar otros resultados de salud neurológica".

El estudio también encontró que la relación entre la contaminación del aire y la enfermedad de Parkinson no es la misma en todas partes de un país y varía en intensidad según la región. "Las diferencias regionales en la enfermedad de Parkinson podrían reflejar diferencias regionales en la composición de las partículas. En algunas zonas puede haber partículas que contengan componentes más tóxicos que en otras".

Los investigadores esperan que los datos de este novedoso estudio ayuden a hacer cumplir políticas más estrictas que reduzcan los niveles de contaminación del aire y disminuyan el riesgo de enfermedad de Parkinson y otras patologías asociadas.

Asimismo, “este estudio sugiere que también deberíamos considerar la contaminación del aire como un factor que contribuye al desarrollo de la enfermedad de Parkinson".































Control de aire hospitalario

Las partículas de los aerosoles de origen natural (como el polvo arrastrado por el viento) tienden a tener un radio mayor que los aerosoles producidos por el hombre, como la contaminación por partículas.

La mayor parte de tierra firme se concentra en el hemisferio norte, la cantidad de aerosoles pequeños de incendios y actividades humanas es mayor allí que en el hemisferio sur.
Sobre la tierra, manchas de aerosoles de gran radio aparecen sobre desiertos y regiones áridas, más prominentemente, el Desierto del Sahara en el norte de África y la Península Arábiga, donde las tormentas de polvo son comunes.

Mientras tanto, los lugares donde la actividad de fuego natural o desencadenada por humanos es común (incendios en el Amazonas de agosto a octubre, por ejemplo, o incendios desencadenados por los rayos en los bosques del norte de Canadá en el verano del hemisferio norte) están dominados por aerosoles más pequeños.
La contaminación producida por el hombre (combustible fósil) es en gran parte responsable de las áreas de aerosoles pequeños sobre áreas desarrolladas, como el este de los Estados Unidos y Europa, especialmente en su verano.

Los aerosoles incluyen sal marina, polvo y cenizas volcánicas, así como hollín, sulfatos y otras partículas producidas por personas que queman combustibles fósiles. Los incendios naturales y causados por el hombre también son fuentes importantes de aerosoles.

Diversos estudios de investigación de brotes de infecciones hospitalarias (IH) han implicado, en forma evidente o circunstancial, al medio ambiente como fuente de contaminación a partir de la cual se produjo la diseminación de los agentes causales. Cuando se hace referencia al medio ambiente hospitalario, deben analizarse los aspectos relacionados con el control de infecciones en:


• Aire: Puede transportar y sostener la presencia de microorganismos patógenos, aumentando los riesgos potenciales de transmisión de Infecciones Hospitalarias, tanto en pacientes internados como en el personal que los atiende.

• Agua: si bien su contaminación es rara, su ocurrencia puede afectar a un número importante de pacientes y personal.

• Superficies: el uso de técnicas inadecuadas de limpieza (métodos secos) produce un aumento en los niveles de polución ambiental. Las fallas en los procesos de desinfección o el uso de productos inadecuados, permiten la subsistencia de un número importante de microorganismos en las superficies del medio ambiente.

• Flores y plantas: Aunque nunca se han visto implicadas en brotes en forma directa, su presencia, tanto en estado natural como artificial, ha podido asociarse con una variedad de microorganismos (bacterias, hongos) y sus formas esporuladas.

• Lavadero y ropa hospitalaria: el lavadero es uno de los servicios del hospital que presenta los niveles más altos de polución ambiental, especialmente cuando se realiza el conteo de la ropa sucia.

• Patógenos especiales: muchos microorganismos, tanto Gram positivos (Staphylococcus aureus meticilino resistente y enterococo resistente a vancomicina) como Gram negativos (Pseudomonas, Stenotrophomonas, Acinetobacter, etc.) pueden permanecer en las superficies que integran la unidad del paciente desde unos pocos minutos hasta varios días.

El medio ambiente contaminado será entonces la fuente a partir de la cual los microorganismos podrán afectar a nuevos pacientes.


Una segunda vida para los residuos industriales

La lucha contra el cambio climático junto con la voluntad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero se han convertido en una carrera contrarreloj que ha involucrado a toda la comunidad internacional. No obstante, las tasas de producción y consumo siguen una tendencia al alza, lo que supone tanto un gran consumo energético como la acumulación de residuos industriales.

Estos desechos tienen impactos significativos para el medio ambiente, como la contaminación del aire, el agua y el suelo o la degradación de los ecosistemas, y efectos adversos en la salud de las personas. Sin embargo, no es un problema sin posible solución. Cada vez son más las propuestas que intentan hacerle frente, apostando por el uso de sistemas de compostaje en lugar de vertederos para generar menos desechos o por la implementación de iniciativas que los aprovechan para la producción de energía.

En esa línea, en España, destaca el reciente proyecto liderado por Naturgy y por Greene, una empresa dedicada al desarrollo de tecnología de gestión y eliminación de residuos. Esta alianza se ha propuesto convertir la problemática de los residuos en una de las soluciones hacia la descarbonización. Para ello, impulsan la investigación de una tecnología que permita la conversión del residuo solido industrial en gas renovable con el objetivo de inyectarlo a la red de distribución o para emplearlo en movilidad.

«Este proyecto representa una gran oportunidad para ser líderes en el desarrollo de una tecnología que permita la generación y comercialización de un nuevo vector energético con emisiones nulas que, además, contribuya a la resolución de un grave problema en los núcleos urbanos e industriales como es el de la gestión del residuo», explica el director de Innovación de Naturgy, Jesús Chapado.

El proyecto podría convertir a España en líder europea en la producción de biogás natural sintético
La clave innovadora de esta iniciativa se encuentra en el tipo de residuo que se aprovecha. Es un desecho de carácter seco, con un destino —hasta ahora— que pasa por la incineración o la deposición en vertederos. Este proyecto los evita, porque lo convierte en biogás natural sintético, el llamado biometano. «El volumen de esta tipología de residuos es superior al húmedo», destaca el CEO de Greene, Juan José Hernández. «De esta forma se abre una nueva oportunidad de creación de biogás natural sintético a gran escala y casi ilimitada», añade.

Por tanto, el proyecto supone una importante aportación a la economía circular, ya que permite dar una segunda vida a los residuos industriales, convirtiéndolos en fuentes de energía renovables. Además, podría convertir a España en la líder de Europa en la producción de biogás natural sintético de bajas emisiones de carbono.

La planta convierte un residuo industrial seco, que ahora mismo es incinerado o depositado en vertederos, en biocombustible.

A través de una primera fase de desarrollo –que incluye la etapa de laboratorio y experimentación, así como el diseño, montaje y operación de una planta piloto–, se investigará la implementación de un proceso térmico que maximice la concentración de biometano y permita la transformación completa del residuo. Esto incluye la construcción y operación de una planta de biometano renovable ubicada en Elche, Alicante, con capacidad de tratamiento de 10 kg/h de residuo para producir 2,4 kg/h de biometano con una pureza superior al 95%.

Posteriormente, se espera que entre en funcionamiento la planta a escala industrial con capacidad de tratamiento de 45.000 tn/año de residuo para producir cerca de 6.200 tn/año de biogás natural sintético con una pureza superior al 95%.

Hasta la fecha, Naturgy ha sido pionera como promotora de plantas de producción de biometano y cuenta con dos de las seis que actualmente están inyectando biometano en la red de distribución del país: la Unidad Mixta de Gas Renovable (A Coruña), que produce biometano a partir de aguas residuales, y la planta Elena (Cerdanyola del Vallès, Barcelona), que genera biometano a partir de residuos sólidos municipales. Asimismo, la compañía está construyendo otra planta en Vila-sana (Lleida), en la que el biometano se produce a partir de residuos agroganaderos. Junto a esta iniciativa, Naturgy tiene previsto en un futuro desarrollar proyectos de hidrógeno verde, prestando especial atención a la reconversión de las centrales térmicas de carbón en zonas de transición justa.

La emergencia climática requiere de soluciones inmediatas y colectivas. La coordinación de una respuesta global es fundamental para lograr trazar un camino común hacia un mundo libre de emisiones. En esta suma de fuerzas es, además, indispensable la investigación de alternativas a los modelos actuales y la elaboración de estrategias sostenibles a largo plazo. Porque el futuro será verde o no será.





































Contaminación Lumínica

El 85 % de los habitantes del planeta no ve las estrellas por la contaminación lumínica

El 85 % de los habitantes del planeta vive bajo cielos afectados por la contaminación lumínica, un problema ambiental que, además de impedir que millones de personas puedan contemplar las estrellas, tiene graves consecuencias en los ecosistemas, la salud. (puede acarrear consecuencias muy negativas para la salud como alteraciones del sueño, fatiga y estrés), y la observación astronómica.

“Asociamos iluminación con progreso, modernidad y belleza, pero tenemos que empezar a comprender que la luz artificial durante la noche es también un agente contaminante y origina un problema ambiental con importantes consecuencias”. (Oficina de Calidad del Cielo del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), Alicia Pelegrina.)

La contaminación lumínica puede ser de varios tipos: hablamos de ‘intrusión lumínica’, cuando la luz invade áreas en las que debería haber oscuridad, “por ejemplo que la luz de una farola inunde nuestro dormitorio a las 3 de la mañana”, o ‘deslumbramientos’, “cuando las luces mal orientadas van directamente a nuestros ojos, como las luces de las carreteras o los monumentos”.

Pero la cara más conocida de este tipo de contaminación es el ‘brillo artificial’ o ‘skyglow’, la que nos impide ver los cielos estrellados y dificulta la observación astronómica científica.

Este brillo es el resultado del comportamiento de la luz en la atmósfera.

La luz es una onda electromagnética que se desplaza a gran velocidad y con una enorme capacidad de dispersión: “Los fotones de luz se comportan como la bola de una máquina de pinball, chocan contra todas las partículas atmosféricas y al interaccionar con ellas invaden toda la masa de aire de la atmósfera. Ningún otro contaminante tiene esa capacidad de dispersión”.

Por eso hay espacios naturales protegidos que no tienen poblaciones locales o núcleos urbanos cerca y, sin embargo, están afectados por la contaminación lumínica, “porque un punto de luz en Málaga puede contaminar el cielo en Granada. La contaminación llega hasta los 300 kilómetros de distancia”.

El primer paso es cambiar la percepción social: “tenemos que empezar a comprender que la luz artificial es un agente contaminante” y hacer un uso más responsable y racional.

Las administraciones deben primar las lámparas LED anaranjadas por encima de las luces incandescentes o de luz blanca, y conseguir un alumbrado público más racional con lámparas que iluminen hacia el suelo o se enciendan con sensores de movimiento, pensar si realmente es necesario iluminar un monumento o un cartel publicitario a las 2 de la madrugada”.

Algunas administraciones, como la de Canarias -pionera en el desarrollo normativo de una ley autonómica de protección de calidad del cielo- son conscientes del problema y ya lo están haciendo, pero acabar con esta contaminación es tarea de todos.

Esta contaminación tiene graves efectos en los ecosistemas. Un ejemplo muy documentado es el de las pardelas, unas aves migratorias que crían en Baleares y Canarias que están muriendo masivamente porque solo acceden a los nidos por la noche. “Cuando las crías empiezan a volar, la luz de las ciudades los confunde, vuelan hacia ellas donde chocan con los edificios o son atropelladas”.

Los grandes afectados por contaminación lumínica son los insectos que en su mayoría son de hábitos nocturnos y necesitan la oscuridad para realizar sus funciones básicas (reproducirse, alimentarse o desplazarse). “La contaminación lumínica tiene un efecto devastador en ellos”.

Su desaparición es alarmante porque polinizan el 70 % de los cultivos y el 80 % de las plantas con flor, es decir, “no solo son esenciales para toda la cadena nutritiva sino también para nuestra alimentación”.

La contaminación lumínica también afecta a los humanos al interferir en el reloj biológico, cuyo ritmo está regulado por la alternancia entre el día y la noche. “Cuando esa alternancia no se produce, nuestro organismo sufre crono disrupción, que se relaciona con enfermedades cardiovasculares y metabólicas, alteraciones del sueño y envejecimiento prematuro y cáncer”.

Por la noche el organismo segrega melatonina, una hormona que induce el sueño, es antioxidante e inhibe el crecimiento de las células cancerígenas. “Si nuestros ojos perciben luz, se detiene la producción de melatonina, lo que eleva el riesgo de cáncer, ateroesclerosis, hipertensión y otras enfermedades debilitantes como alzhéimer o párkinson”.

Hay otros dos grandes afectados: la ciencia, porque la observación astronómica se ve altamente perjudicada, y el patrimonio cultural, porque que “el 85 % de los habitantes del planeta no pueda ver estrellas es escalofriante”, pero además “estamos impidiendo que las generaciones venideras puedan contemplar algo tan bello como un cielo estrellado”.

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, en Estados Unidos y Europa, el 99 % de las personas vive bajo cielos contaminados, un problema que crece a un ritmo del 2 % anual.

Según un informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la contaminación lumínica ha crecido un 50 % en los últimos 25 años.

Impacto de la pandemia

La pandemia de COVID-19 tuvo un efecto inesperado en la contaminación lumínica. Durante los períodos de confinamiento, la disminución de la actividad humana resultó en una reducción significativa de las emisiones. Ciudades como Berlín y Granada experimentaron una diversificación notable del brillo nocturno debido a la reducción del tráfico y las emisiones de vehículos y aviones.

Aire más limpio, cielos más claros

La mejora en la calidad del aire durante los confinamientos resultó en una menor dispersión y rebote de la luz artificial. La reducción de óxidos de nitrógeno y partículas contaminantes contribuyó a que la luz escapara con menos obstáculos hacia el espacio, permitiendo un cielo nocturno más oscuro y estrellado.

Estos contrastes en la contaminación lumínica a nivel global nos recuerdan la importancia de abordar este problema ambiental para preservar la belleza y el valor del cielo nocturno. Además, resaltan cómo cambios temporales en la actividad humana pueden tener un impacto positivo en la visibilidad de las estrellas y la calidad del entorno lumínico.

Cómo evitar o reducir la contaminación lumínica en nuestro entorno

La contaminación lumínica es un problema ambiental y visual creciente que afecta nuestros hogares, vecindarios y cielos nocturnos. Por suerte, existen medidas concretas que podemos llevar a cabo para reducir su impacto sin comprometer la calidad de nuestra visión ni la comodidad de nuestras actividades nocturnas. Algunas estrategias muy efectivas son las siguientes:

Uso de luminarias apantalladas

Optar por luminarias que dirijan la luz hacia abajo, evitando su emisión por encima de la horizontal o hacia áreas no necesarias, ayuda a focalizar la iluminación en donde realmente es requerida y a reducir la dispersión de la luz hacia el cielo.

Prohibición de cañones y proyectores láser

Evitar el uso de dispositivos como cañones y proyectores láser que emiten luz directamente al cielo contribuye significativamente a prevenir la contaminación lumínica en áreas cercanas.

Limitar la intensidad y el espectro de luz

Reducir la iluminación excesivamente brillante, especialmente las luces azules y ultravioleta de longitud de onda corta, disminuye la dispersión y el brillo innecesario en el entorno.

Lámparas eficientes y de bajo espectro

Optar por lámparas energéticamente eficientes y de espectro poco contaminante, como las de vapor de sodio, contribuye a reducir la emisión de luz no deseada.

Ajustar la intensidad de iluminación

Adecuar la intensidad de la iluminación a criterios científicos y recomendaciones de organizaciones como la Comisión Internacional de Iluminación evita la sobre iluminación y el desperdicio de energía.

Atenuación progresiva del alumbrado público

Regular la cantidad de luz emitida por las luminarias públicas a medida que avanza la noche, emula el ciclo natural de la luz solar y minimiza la contaminación lumínica.

Extinción nocturna y enfoque selectivo

Apagar las luces públicas por la noche y limitar la iluminación a áreas realmente necesarias disminuye la emisión general de luz y permite un mayor respeto al ciclo nocturno.

Hábitos saludables en el hogar

Evitar el uso de dispositivos emisores de luz azul, como teléfonos móviles y Tablet, antes de acostarse y dormir sin luces encendidas favorece el ritmo circadiano y reduce la contribución a la contaminación lumínica.










CUENCA MATANZA RIO DE LA PLATA. Riachuelo

El 8 de julio de 2014 se cumplieron 16 años del fallo para el saneamiento de la cuenca matanza riachuelo en la que viven 4 millones de personas, se ha mejorado en algunos puntos, pero no alcanzan para garantizar la salubridad del hábitat de los habitantes., donde viven 4 millones de personas, el 8.7 % de la población del país en el 2024. La historia de la cuenca es una historia de contaminación y espera. El río transporta en sus aguas poco oxígeno y una deuda ambiental pendiente.

En el haber se puede mencionar la creación de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar), el organismo público que ejerce su competencia en la región y trabaja en su saneamiento, se constituyó así en un ente con ciertas particularidades: es autónomo, autárquico, interjurisdiccional -la Cuenca abarca 14 municipios de la provincia de Buenos Aires y 9 comunas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- y tripartito -conjuga el trabajo con los tres gobiernos que tienen competencia en el territorio: Nación, Provincia y Ciudad, con poderes legales e institucionales para impulsar el plan de saneamiento; y tareas de limpieza de márgenes y toneladas de residuos sólidos en el área del río, implementando una política pública de recolección de residuos en espacios previamente desatendidos. Las obras de infraestructura de agua y saneamiento también han progresado.

En el haber se puede mencionar la creación de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar), con poderes legales e institucionales para impulsar el plan de saneamiento

En 2018 la Corte determinó que la implementación del Plan Integral del Saneamiento cuenta con un bajo nivel de implementación, por lo que se le requirió a las autoridades que precisen y establezcan fechas ciertas para la finalización. Acumar, por su parte, no pudo demostrar que hayan mejorado las condiciones de las aguas superficiales del río ni la calidad del aire en la cuenca baja del Riachuelo.

Las principales causas de la contaminación de la Cuenca son los efluentes cloacales en un 70%, los residuos sólidos urbanos y los efluentes líquidos industriales en un 30%.

La calidad del agua, que se evalúa según la cantidad de oxígeno disuelto, no es uniforme en la cuenca. En la cuenca baja, cerca de la desembocadura la presencia de oxígeno es nula. Mientras que, en la cuenca alta, donde hay una menor presión industrial y de población los indicadores son un poco mejores en estos 16 años.

Una de las falencias del proyecto matanza-riachuelo es que más 3000 familias que viven en su rivera, todavía no han sido reubicadas esto genera que se contaminen y contaminen a su vez la rivera del rio, más en las ubicaciones dentro del área de la ciudad autónoma de buenos aires y la rivera que comparte con la provincia de buenos aires.















AGUAS RESIDUALES HOSPITALARIAS, MEDIO AMBIENTE Y CONTAMINACION AMBIENTAL

Las aguas negras han sido desde hace 10 MIL años un elemento inevitable y mortal para el ser humano. Nuestras sociedades han tenido que aprender, a lo largo de la historia, cómo tratar los desechos humanos con el fin de evitar enfermedades, pestes, contaminación ambiental y malos olores, entre otros obstáculos.

Lamentablemente en la actualidad, según cálculos de la ONU, las aguas contaminadas causan más muertes que todas las guerras que hay actualmente en el mundo. De hecho, al menos 2.000 millones de personas se abastecen de fuentes de agua, supuestamente potable, que está contaminada por heces.

Cada año mueren casi 2 millones de niños menores de 5 años por causas derivadas a la contaminación de aguas residuales.
Esto se debe a que cerca del 90% de las aguas negras en países en vías de desarrollo se vierten directamente sin ser depuradas. La Organización Mundial de la Salud ha advertido que cada año fallecen casi 2 millones de niños menores de 5 años por causas derivadas a la contaminación de aguas residuales.

En el siguiente artículo conocerás qué son las aguas negras, cómo pueden tratarse, además de cómo pueden ser reutilizadas para diversas actividades como el aseo, higiene, agricultura, entre otras, en regiones donde los habitantes sufren por la escasez de agua.
A las aguas negras también se les conoce como aguas residuales, aguas servidas o aguas cloacales. Todos estos términos hacen referencia a las aguas obtenidas después de la intervención humana, que altera su composición natural debido a los desechos orgánicos y químicos.

Es indispensable que las aguas negras reciban el tratamiento adecuado antes de volver al medio ambiente. Si no se lleva a cabo un correcto procesamiento, las aguas residuales pueden provocar contaminación ambiental, enfermedades graves en el ser humano y transformaciones severas al ecosistema dado que se componen de las sustancias orgánicas y minerales que vienen de la materia fecal y otros desechos.
Las aguas grises son las que se producen después de haber sido usadas por el ser humano en su vida cotidiana. Generalmente provienen del desagüe de duchas, bañeras, lavadoras y lavavajillas. Es decir, son las que contienen generalmente jabón y pequeños residuos sólidos. Entre sus características destaca que posee un nivel mucho menor de contenido fecal, y se diferencian de las aguas residuales porque tienen una carga de contaminación menor. Esto las convierte en ideales para el reciclaje.

Cada entidad hospitalaria no es un mundo o planeta por fuera del planeta propiamente dicho, es parte importante de la salud pública y no es ajeno al medio ambiente que lo rodea.
No se puede tomar en forma profesional la contaminación de aire, agua y construcciones y refacciones hospitalarias en forma individual, según la espertis desde la visión única de centro hospitalario, no nos podemos repartir al mundo por profesionalismo individuales, como si no viviéramos dentro del mismo planeta.

Los cambios climáticos, los vientos, las lluvias, el calor, la tierra, el ser humano y muchos factores más los microscópicos, que no vemos a simple vista, afectan también al mundo sanitario, hospitalario y no debe ser tratado en forma individual ya que está constantemente expuestos a estos factores y a otros que en el futuro cercano comenzaran, como la falta de agua potable.

El cuidado del agua para los centros de salud, suele ser controvertido y tomado de distintas ópticas según al país que afecte la falta de la misma o como adoptemos las normas internacionales a nuestro país.
Solamente si consideramos las huellas del carbón en los últimos 50 años veremos reflejado allí los hechos contaminantes en cada población. Convertirnos en un planeta libre de la huella de carbono mediante nuevos sistemas de producción sustentables, es el desafío que apasiona y mueve el trabajo de Parikshit Sharma en todo el mundo.

Una de las zonas claves en la que se ve reflejado el trabajo este impulsor de nuevos emprendimientos, es la Argentina, país con el potencial más avanzado para los desarrollos biotecnológicos en el hemisferio sur del continente americano, tal como lo han venido reseñando desde 2013 medios especializados, como, por ejemplo, Forbes.

La biotecnología es una de las áreas más innovadoras y prometedoras de la ciencia moderna. La implementación de este proceso permite el desarrollo de materiales de base biológica, lo que lleva a la producción de materias primas alternativas que ofrecen beneficios en términos de armonía con los ecosistemas naturales.
Estos beneficios incluyen una menor huella de carbono, una mayor biodegradabilidad o reciclabilidad de los materiales, y un mejor rendimiento. No se puede subestimar el potencial de estos procesos emergentes para cambiar industrias y mejorar la vida de las personas.

En Argentina, la biotecnología ha emergido como un sector clave en el que se están desarrollando nuevas empresas dedicadas a este campo que está en plena fase de desarrollo.
Una de las figuras clave en este sector es Parikshit Sharma, cuya experiencia en la financiación de empresas emergentes de biotecnología y su alianza estratégica con firmas de renombre como Indiebio y SOS (VC), han hecho posible el éxito de varias Start Ups argentinas.

Una de las Start Ups emergentes más interesantes en Argentina es Bioceres, una empresa que se dedica al desarrollo de semillas transgénicas para cultivos de soja, trigo y maíz. Otra compañía destacada que nació en Argentina es Inmunova, dedicada a la investigación y el desarrollo de tratamientos contra enfermedades autoinmunes y alérgicas.
Entre sus aportes más significativos a la comunidad científica mundial, es el desarrollado un fármaco innovador para el tratamiento de la enfermedad celíaca, una enfermedad autoinmunitaria que afecta a millones de personas en todo el planeta. Junto a estas empresas emergentes, existen varias otras iniciativas dentro del sector biotecnológico en el país que están haciendo avances significativos en el campo.

Las compañías están trabajando en áreas que van desde la agricultura y la alimentación hasta la biomedicina y la biotecnología ambiental. La biodiversidad que posee el territorio argentino, sumado a la capacidad de innovación y creación de su gente, son factores claves que han hecho posible llamar la atención de inversionistas y la comunidad científica para establecer desarrollos de tecnologías que permitan seguir inspirándose en la naturaleza sin causarle ningún efecto negativo.

En este sentido, además de la inversión en empresas emergentes de las nuevas materias primas bio-sustentables, Parikshit Sharma, también ha sido un defensor de la educación y la formación en biotecnológica dentro de los territorios donde apoya estas iniciativas.

El emprendedor ha ayudado a financiar programas de educación, trabajando para fomentar el desarrollo del sector y la capacitación de nuevos profesionales en el campo. La biotecnología en Argentina está en auge y se espera que continúe experimentando un crecimiento significativo.

Con la ayuda de inversores experimentados como Parikshit Sharma, estas empresas emergentes tienen el potencial de transformar la industria y mejorar la vida de millones de personas en todo el mundo.

Mucho se ha consensuado, escrito y estudiado al día de la fecha sobre las aguas residuales, pero si hay una cosa en claro es que:

NO DEBEN SER UTILIZADAS PARA RIEGO DE TIERRAS Y SEMBRADIOS, EN CASI UN 90% DE LA BIBLIOGRAFIA EXISTENTE, SOLO ALGUNOS PAICES LA UTILIZAN POR DIFERENTES METODOS PARA ESTE FIN, 10%.

En este documento se ajustarán normas para el cuidado, y posterior desecho de las mismas las cuales presentarán retos para el país, ya que ninguno de ellos se encuentra en funcionamiento actualmente.
No debemos pensar que somos una isla independiente del resto del país o del mundo, las contaminaciones ambientales, viento, aire, agua, tierra nos afectan fuera y dentro del hospital o centro de salud tanto a los pacientes como al personal.
Hay que recordar que la primera fase en la atención de la salud es en el domicilio o lugar habitual de lo que llamamos persona sana, ya que al estar expuestos al medioambiente se puede considerar que existen en las personas algún tipo de patología que se presentara con signos y síntomas tal vez después de 24 hs a 10 días. de la aparición de estos.

No hay que olvidar que la epigenética tiene gran importancia desde los genes que fueron contaminándose con el correr de los años, adhiriendo en su cadena genética tipos de genes patológicos que no se encontraban en el árbol genético del paciente, pero si coincidente con contaminaciones ambientales durante el embarazo de la madre hasta la aparición de enfermedades que lo llevaran al ingreso hospitalario, segunda etapa de la salud pública.

Debido a esto todo lo que rodea a las normativas para los establecimientos de salud deben abarcar todo el entorno y no solamente una vez que ya se encuentran dentro de nosocomio. No debemos apostar todo al paciente ya enfermo si no que prevenir desde la persona sana en adelante dentro de su medioambiente.

Las distintas normas que adaptamos a nuestro país deben tener en cuenta este principio, ya que las épocas pasan y el dinamismo es otro, los profesionales de la salud deben estar preparados para estos retos, no quedarse solamente en lo que incumbe al intrahospitalario.
Abarcar más también, al personal de salud, ejemplo de esto es como se ven afectados a las altas temperaturas donde no s

 

 

 

 

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Autor: Rodolfo
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